Cabezas cortadas... Un rey, una reina, nobles, curas, traidores, revolucionarios y miles de civiles anónimos y soldados caídos en las guerras fronterizas... y en el conflicto de La Vendée. Guerras y represión. La historia contemporánea. La historia en general: y sacamos conclusiones a pesar de esta violencia, o de lo contrario, nada sería analizable más allá del cainismo y la brutalidad que caracteriza nuestra especie.
Pero ¿para qué esta Revolución? El objetivo político es acabar con el Absolutismo e inaugurar una nueva forma de estado en la que la soberanía nacional reside en el pueblo. Pero ¿quién es el pueblo? empiezan los problemas...
Para la burguesía el pueblo es ella misma, así que el sufragio no debe ser universal. Por otra parte, es asumible una monarquía parlamentaria, que aúna orden -el monarca como su símbolo- y cámara de representantes. Puesto que la burguesía ha preparado, pacientemente, la revolución, y ahora paga los gastos, tiene pretensiones razonables. ¡Hubiera querido saltar desde 1789 hasta 1851, o más adelante aún, industrializándose, desarrollando la banca y el comercio y liquidando plusvalías en paz! Preferían un Napoleón III, pero tenían a Robespierre.
Una parte de la burguesía media y baja ha sido muy aplicada y se ha formado en la filosofía política y moral de la Ilustración. Como Robespierre, cuya biografía es esclarecedora (también recomiendo a G. Labica, quenpazestea. Puede leerse en galego Robespierre. Unha política da filosofía, edicións Laiovento,1993). Esta burguesía intelectual representa en la Asamblea al resto del pueblo, un generoso resto de campesinos, pequeños comerciantes, artesanos, manufactureros y población urbana, retratada en los sans-culottes (ver su Constitución de 1793: ARTICULO 4. Todo hombre nacido y domiciliado en Francia, con veintiún años de edad cumplidos. – Todo extranjero con veintiún años de edad, domiciliado en Francia desde hace un año, que viva aquí de su trabajo, o adquiera una propiedad, o despose una francesa, o adopte un niño, o alimente a un viejo; todo extranjero, en fin, que el cl considere que ha merecido bien la humanidad. – Será admitido al ejercicio de los derechos de ciudadano francés.)
Pero ¿para qué esta Revolución? El objetivo político es acabar con el Absolutismo e inaugurar una nueva forma de estado en la que la soberanía nacional reside en el pueblo. Pero ¿quién es el pueblo? empiezan los problemas...
Para la burguesía el pueblo es ella misma, así que el sufragio no debe ser universal. Por otra parte, es asumible una monarquía parlamentaria, que aúna orden -el monarca como su símbolo- y cámara de representantes. Puesto que la burguesía ha preparado, pacientemente, la revolución, y ahora paga los gastos, tiene pretensiones razonables. ¡Hubiera querido saltar desde 1789 hasta 1851, o más adelante aún, industrializándose, desarrollando la banca y el comercio y liquidando plusvalías en paz! Preferían un Napoleón III, pero tenían a Robespierre.
Una parte de la burguesía media y baja ha sido muy aplicada y se ha formado en la filosofía política y moral de la Ilustración. Como Robespierre, cuya biografía es esclarecedora (también recomiendo a G. Labica, quenpazestea. Puede leerse en galego Robespierre. Unha política da filosofía, edicións Laiovento,1993). Esta burguesía intelectual representa en la Asamblea al resto del pueblo, un generoso resto de campesinos, pequeños comerciantes, artesanos, manufactureros y población urbana, retratada en los sans-culottes (ver su Constitución de 1793: ARTICULO 4. Todo hombre nacido y domiciliado en Francia, con veintiún años de edad cumplidos. – Todo extranjero con veintiún años de edad, domiciliado en Francia desde hace un año, que viva aquí de su trabajo, o adquiera una propiedad, o despose una francesa, o adopte un niño, o alimente a un viejo; todo extranjero, en fin, que el cl considere que ha merecido bien la humanidad. – Será admitido al ejercicio de los derechos de ciudadano francés.)
Este pueblo también ha sufrido el Absolutismo, ha muerto y ha matado por el cambio, así que lo quiere en profundidad.
El partido jacobino logra el sufragio universal. Aunque su posición es precaria: tiene las instituciones tomadas, y la gente en la calle, pero no capacidad para un cambio económico y social real. Legisla, pero no aplica. Hay una terrible crisis económica, una guerra abierta con casi toda Europa... Los jacobinos necesitan tiempo para sostener la República tal y como la han concebido. Se sostienen a base de una represión cruenta. Reprimen dentro a los aliados de los países europeos que procuran la Restauración. Reprimen a los partidos moderados. Reprimen toda oposición, incluso donde ya no la hay (matanzas en las cárceles de septiembre de 1792). Esta represión no impide su debilitamiento, incluso lo favorece, y les aisla.
El partido jacobino logra el sufragio universal. Aunque su posición es precaria: tiene las instituciones tomadas, y la gente en la calle, pero no capacidad para un cambio económico y social real. Legisla, pero no aplica. Hay una terrible crisis económica, una guerra abierta con casi toda Europa... Los jacobinos necesitan tiempo para sostener la República tal y como la han concebido. Se sostienen a base de una represión cruenta. Reprimen dentro a los aliados de los países europeos que procuran la Restauración. Reprimen a los partidos moderados. Reprimen toda oposición, incluso donde ya no la hay (matanzas en las cárceles de septiembre de 1792). Esta represión no impide su debilitamiento, incluso lo favorece, y les aisla.
Tomado el poder, la burguesía (la verdadera) reprime al partido jacobino hasta hacerlo desaparecer, no sólo sus cabezas más visibles, también su estructura en todas las provincias. Este es el llamado Terror Blanco.
(y mientras, en Inglaterra...)
Lo que más me llama la atención de Robespierre es la mala prensa que tiene, como ser violento y sin escrúpulos.
ResponderEliminarLa reflexión que los jacobinos hacen sobre la violencia, y que "La muerte de Dantón" recoge, invita a plantearse una cuestión: la violencia estructural de la que el sistema capitalista se sirve, o provoca, las muertes por hambre, las guerras por recursos en el tercer mundo, o por enfermedades tratables como el SIDA... o por el tráfico en las carreteras, nos causan mucho menos escándalo que las muertes que provoca la represión policial en un país del tercer mundo.
Todos sabemos de la represión de Pinochet en Chile (mató a unas 4.000 personas) pero seguramente ignoramos las 150.000 muertes que provocó la represión yanqui en centro américa desde los años 70 hasta la invasión de Panamá en 1989.
Todos sabemos de los 50 millones de muertos que provocó la segunda guerra mundial, pero nadie echa cuentas de los casi 100 millones de muertos que provocaron los enfrentamientos bélicos provocados por la guerra fría.
Decidimos a qué vida (o a que muerte) vale más la pena prestarle la atención en función de la defensa de nuestros privilegios: si la muerte es producto de un movimiento que amenaza a nuestras convicciones resulta mucho más trágica que una muerte "sistémica", que ayuda a salvaguardar, o es consecuencia de nuestro modo de vida.
La violencia, vista desde aquí, está mal, siempre y cuando sea puntual, sempre que sea una violencia violenta y no de baja intensidad.
Es una especie de canibalismo histórico. De la muerte de unos se alimentan nuestras convicciones y de la muerte de otros se alimenta nuestro estómago y nuestro bolsillo.
Sin ánimo de contradecir a Morelli, yo añadiría que hay también una razón de visibilidad o percepción: la violencia directa es más evidente que la estructural; para ver ésta hay que llevar a cabo un proceso algo más largo, que exige más.
ResponderEliminarPor otra parte, en algunos casos el culpable de la violencia estructural es difícil de identificar, o directamente no es nadie en particular; precisamente porque la estructura somos todos, con mayor o menos responsabilidad y capacidad de acción, pero todos.
Aunque a algunos de los ejemplos que ha puesto yo no los llamaría v. estructural en absoluto: en esos casos, simplemente, se ha ocultado la información deliberadamente.
Que hai mortos de primeira e de segunda resulta case indiscutible, non?
ResponderEliminarA idénticas atrocidades se lles dá diferente peso en función do lugar onde se cometan.
Sí, pero refírome a atrocidades do día a día, que non se ocultan, pero tampouco se tratan como atrocidades, senon como catástrofes naturais.
ResponderEliminarA estas atrocidades non se lles da distinto peso segundo o lugar onde se comentan. Dáselles sempre o mesmo. Ou seña, ningún.
A fame e o sida son tratadas como catástrofes naturais pola ideoloxía dominante, reproducindo así a falsa idea de que non teñen remedio.
O único concepto de atrocidade que manexamos é a atrocidade singular.
Algunas conclusiones rápidas sobre el asunto francés (muy personales, faltaría más):
ResponderEliminar- Conclusión inevitable: el pueblo (la canaille, dicho a la francesa) es siempre carne de cañón. Mata y muere.
- Conclusión sobre las alianzas: el pueblo (la clase obrera, en terminología morelliana) sólo debe representarse a si mismo. Puede compartir puntualmente intereses con otras clases, hasta simpatizar y aliarse, pero en este pacto será siempre... la carne de cañón. Sobre esto, sobre el entusiamo compartido y el precio a pagar, todo está dicho en "El 18 de brumario de Luis Bonaparte".
- Conclusión sobre las masas: en la lectura de la historia, las masas son irracionales y peligrosas. No, no. Son racionales y peligrosas.
Las masas también sufren, no sólo muertes violentas, también mueren de hambre y enfermedades. Imaginemos hombres, mujeres, niños y ancianos cayendo durante el Antiguo Régimen. Pero las víctimas que suben al patíbulo en 1792 valen como diezmil a uno.
El inconveniente de las masas es que nunca se identifican individuo a individuo. Si no tiene nombre y rostro no es una víctima. Tampoco tienen una biografía interesante: son ignorantes, son... carne de cañón. No son María Antonieta, ni Danton... Ni el siempre joven y bello San Just.
Y amenazo: quiero otra representación casera de "La muerte de Danton" para el día de Difuntos de este año. Estoy por reducirla y traducirla a gallego...
ResponderEliminarLos afectados que no se nieguen inmediatamente. A lo mejor aún se me olvida.
Quero a proveitar a ocasión para lembrarlles que teñen unha obra infantil comprometida, pendente e "en pañales", señores!!!
ResponderEliminarAcepto ambas propuestas.
ResponderEliminarPero en francés, la primera. Qué carallo...
Uy!
ResponderEliminarAviso que eu, se todo sae como agardo, nuns meses arraso (no tema idiomático, quero dicir).
Que, se todo sae ben, teño profe de franchute!!!
A eso está muy bien, si me parece muy bien...
ResponderEliminarquien más y quien menos, el que menos te lo esperas, va y se pone a aprender francés.
pois podes compartir gastos con olga, que tamén vai aprender frances para o ano.
¿será pra ler a Robespierre en versión orixinal?